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Los Límites de la Conciencia

Aspectos Generales de la Conciencia

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Esta serie de investigaciones teóricas y prácticas tiene como objetivo presentar, en un primer abordaje, sencillo, tres aspectos centrales de la conciencia en el homo sapiens, que se encuentran arraizados profundamente en el pensamiento moderno y que tiene consecuencias claves en el desarrollo de la revolución humana, entendida como un proceso de autotransformación general.

 

La pregunta central aquí es cual es la relación entre la conciencia y dicha autotransformación social, como resultado de la interacción de elementos “revolucionarios” y elementos “conservadores”.  Trataré de demostrar como éstos últimos elementos no sólo juegan un rol aplastante de la revolución dentro de las teorías y políticas impulsadas por la clase dominante, sino también como se hayan incrustadas en las teorías y políticas de las clases explotadas,  imprimiendo una limitación a priori de cualquier proceso realmente revolucionario.

 

Esta organizada en tres objetivos que refleja, de manera separada, tres niveles de complejidad de la cuestión de la conciencia, comenzando por el más general y terminando por un ejemplo en lo particular.  Esto servirá de sustrato para la discusión metodológica sobre el abordaje de la conciencia.

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El primer objetivo (La extracción conceptual del homo sapiens de la Naturaleza) pone en evidencia como la disociación – a nivel de la conciencia – del “ser humano” del resto de la naturaleza es una consecuencia metodológica de arrastrar axiomas antropocéntricos que ubican a nuestra “especie” como punto de referencia interno de toda teoría-practica. Justamente es el carácter axiomático de estas proposiciones que se encuentra tan arraigadas en la filosofía, la política, la ciencia y el pensamiento popular lo que se encuentra en discusión. Lejos de su demostración, y a pesar de que se han acumulado innumerables evidencias en contra de las mismas, siguen vigentes, jugando un rol completamente antirevolucionario, incluso dentro de las teorías de la izquierda. Esto imprime en un ultima instancia una enorme limitación para la superación de los problemas de nuestra población mundial y por ende, la revolución, dotando de elementos conservadores y dogmáticos a las Teorías de la Revolución, e impidiendo el desarrollo de abordajes superadores y creativos.

 

El segundo objetivo (La disociación entre el individuo y lo social) se ubica en la falsa discusión entre el determinismo biológico y el determinismo social, y por ende, polemiza con toda disciplina y/o teoría que pretende explicar los aspectos de la conciencia a partir de elementos reduccionistas. Sea cual sea el punto de partida, ambos determinismos se desarrollan a partir de una lógica o método monocausal, despreciando arbitrariamente –a priori de cualquier demostración- elementos que entran en conflicto con la coherencia de la teoría de la que se parte. Todo determinismo no es mas que un reduccionismo metodológico, con una carga de idealismo, y frecuentemente, con un sustrato ideológico.

La disociación entre el individuo y lo social no es mas que un ejemplo particular, de alta susceptibilidad en el pensamiento moderno, tanto académico como popular, de una relación entre diferentes niveles de organización.  Lo reaccionario, puesto en evidencia aca, ya no es en términos generales la separación conceptual de lo humano con lo natural, sino particularmente, la separación (conceptual) del individuo de lo propiamente específico (la especie, la población) al mismo tiempo que lo específico (lo social) adquiere un carácter determinista sobre el individuo.  La justificación recurrente del determinismo social (que rara vez se presenta como tal) es como opuesto al determinismo biológico. Sin embargo, además del reduccionismo operacional, ambos comparten, en términos generales, un origen común: la separación conceptual entre lo biológico y lo social, no sólo comprendido como separación categórica de objetos de estudio de diferentes disciplinas científicas, sino mas bien como par de opuestos ontológicos definitorios de lo estrictamente humano.  Es a partir de aquí, del dualismo ontológico, desde donde se parte para construir el concepto “religioso” de El Hombre como ser racional, social y cultural.

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Parte de estos aspectos fueron desarrollados en el documento titulado "Preguntas sobre Aspectos Generales de la Conciencia".

 

Por último,  el tercer texto (La cuestión de género a partir de la ruptura intraespecífica), discute la relación entre los sexos (y conceptualmente, de los géneros) como un ejemplo de relación intraespecífica (o sea, entre individuos de una misma especie).  La reducción a categorías opuestas (macho-hembra; hombre-mujer; masculino-femenino)  - mecanismo que opera a nivel conceptual, o sea, a nivel de la conciencia- juega un rol en como se piensa la cuestión de género y la acción política consecuente; y sobre todo, en la modulación de las relaciones intergéneros.  Lejos de polemizar con cualquier política que tenga como objeto conquistar condiciones de equidad entre los “géneros”, esta línea de trabajo pretende abrir la discusión sobre la ontogenia de las relaciones sociales (en particular, en este ejemplo, sobre individuos de diferentes “sexos”).  Los problemas polemizados en los puntos anteriores se conjugan nuevamente aquí, para discutir contra las posiciones que niegan la (amplia diversidad de la) sexualidad, ya sea a partir de transformarla operacionalmente en burdas dicotomias categóricas (hombre-mujer; heterosexual-homosexual; monógamo-polígamo), o reemplazar dichas dicotomias  por un número (mayor pero siempre acotado) de categórias o estereotipos . El riesgo que encubre este mecanismo es plantear la solución en términos de oposición entre los “géneros” (mas concretamente, entre los individuos) que padecen las mismas constricciones evolutivas e históricas (sociales y culturales),  y que por ende, se beneficiarían por igual al trascender dichas limitaciones. Este tercer objetivo esta siendo desarrollado en relación interna con la siguiente línea propia:  Percepción de sexo/género

 

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Si te interesa, escribime a: fernandezlarrosanicolas@gmail.com

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